Tras los rescoldos de la batalla, la paz amanece en Irlanda y la tranquilidad vuelve a lo que ayer fueron verdes y hoy son devastados campos de Erin.
Mientras tanto, en el frente hispano la lucha se recrudece por momentos y las primeras líneas de combate describen sobre el mapa movimientos de avance y retroceso que se corresponden con las ofensivas y contraofensivas de ambos bandos. Hispania es un polvorín y muchos ya la dan por perdida.
Y al Sur, Africa observa impotente el implacable avance de un califa europeo, arrasándolo todo a su paso...
